Esta es la historia de Thassarian, Si bien es cierto que otros mangas de Warcraft tienen continuaciones, esta no. Es una pequeña serie que se compone por tres tomos, totalmente independientes: Caballero de la Muerte, Chamán y Mago, y en cada trata exclusivamente su lore.

En esta, se cuenta a través de imágenes la vida de Thassarian, más conocido como el Primer Caballero de la Muerte creado por Arthas, y aquel que se rebeló. La trama giro en torno a su lucha bajo el yugo de Arthas y su posterior rebelión. Pero no solo las imágenes tienen importancia. En esta obra hay mucho diálogo y también bastantes  pensamientos y soliloquios. Es una historia con un solo personaje principal que actúa de narrador a través de sus pensamientos.  En ella, Thassarian empieza como un joven que quiere hacerse más fuerte para poder luchar contra el inminente ataque de la Plaga a Lordaeron. Si el lector de esto ha jugado al Warcraft III –no World of Warcraft- será muy fácil ligar acontecimientos y personajes, ya que la aventura coge peso a partir de que Arthas llega a Northrend (Rasganorte), es decir, casi el final de la campaña de los humanos en Warcraft III: Reign of Chaos -o también en el Reforged-.

El lector verá la evolución del joven humano en su intento de convertirse en un buen soldado. Esto le llevará a tomar decisiones duras. Ya en Northrend, con Thassarian como un soldado a las órdenes del mismísimo príncipe Arthas Menethil lo sigue con fe ciega, inquebrantable. Hasta que ocurre lo que ocurre, Arthas acaba dominado y bueno, traiciona a sus compañeros y a los que lo han ayudado. Y aquí empieza la verdadera historia de Thassarian, el Primer Caballero de la Muerte, el teniente de Arthas, el teniente del Rey Exánime.

Para aquellos jugadores de WoW verán escenas que les tienen que recordar a las misiones para sacar al DeathKnight (Caballero de la Muerte) del Bastión del Ébano, pero con el estilo de dibujos que ha hecho Roci oZucchi creo que queda aún más épico. A partir de ahí, lo que se ve es lo que hace Thassarian para intentar cumplir con su juramento, cómo intenta expiar sus pecados, como intenta integrarse en la sociedad después de lo que hizo.

Hay una parte que me gustó mucho, que tiene que ver con su esqueleto resucitado. Lo que me gustó de esa parte es la relación de los dos, y cómo “se lo monta” el no-muerto. ¡Ojalá fuese así en el juego! Pero además de esto habrá más cosas interesantes, como la creación de los Caballeros de la Espada del Ebano, el porqué de que Koltira (otro DK que estaba sometido por el Rey Exánime) esté en Martillo de Agmar (Cementio de Dragones) así como un boceto de la historia del elfo caballero de la muerte y su relación con Thassarian, a pesar de ser uno un elfo y el otro un humano. Y algunas cosas más.

Pero no todo es peleas, rencor y cortar cabezas, sino que hay tiempo para sentimientos paternofiliares, que sin ser una parte importante de la historia le da un valor mucho mayor. Así mismo, están los sentimientos entre hermanos alejados… Y un poco de odio visceral por la pérdida de seres queridos. Lo bueno de esto es que no solo es de Thassarian, sino que de algunos personajes más.

En cuanto a las ilustraciones, Zucchi utiliza un estilo de trazo fino, con muchísima abundancia del negro y grises oscuros, acorde con la temática. También abundan los dibujos que ocupan toda la página. Quizás he echado de menos más de la cuenta algunas páginas en color para poder percibir bien los detalles, pero eso ya es tema de la edición. Lo que sí puedo decir que la dibujante ha intentado jugar con el lector, proponiéndose sorprenderlo a pesar de conocerse el argumento –no de sus sentimientos y vida, pero sí la línea temporal principal-. Eso se agradece y mucho. Los dibujos presentan multitud de detalles, estando trabajados al máximo, pudiendo observarse gotas de sudor, salpicaduras de sangre, pedazos de “tripas”, la nieve, y muchas más cosas. Decir también que es un poco basto en algunas situaciones con cabezas cortadas, personajes partidos a la mitad, algunas tripas por aquí y por allá… Pero nada que un lector de mangas de acción no esté acostumbrado a ver –y si es del género Z ya ni hablamos-.

Decir, a modo de conclusión, que lo que iba a ser una compra porque me hacía ilusión tener uno, se ha convertido en un intento de conseguir toda la serie. Animo a leer tanto las novelas como los mangas, ya que al jugador de Warcraft y WoW no le van a decepcionar. O por lo menos no me decepcionaron a mí.