Quizás, al ser una segunda parte retomada justamente desde donde se quedó la primera, debería poner la reseña del primero, por lo que podéis acceder a ella haciendo clic aquí.

Tal y como he dicho, la acción empieza prácticamente donde se dejó. El grupo de protagonistas en el comienzo es prácticamente el mismo que terminó, si bien es cierto que parten todos ya desde «principales» y no solo uno; es más, durante las primeras páginas el rol de protagonista se lo llevan otros personajes, a mi juicio, uno en concreto. A lo largo del libro, el grupo se fragmentará por diversos motivos, todos relacionados directa o indirectamente con el arcade maligno.

Pero a lo largo del libro, el rol de un único protagonista, un único héroe, se diluye. Ya no solo hay un salvador, uno solo que pelea por una causa noble. O bueno, dos en el primer libro. No. Ahora hay más, varios más. Como el lector puede intuir, no serán en este libro dónde se sepa todo sobre ellos, sobre sus intereses. Realmente los hay de varios tipos. A mí concretamente hay uno que me levanta mucho recelo e incluso animadversión, otro al que le pegaría un guantazo si no fuese porque me mataría de un hachazo (y eso que son del tipo de guerreros que me gustan), otros que de momento me mantengo neutrales, y en cambio me encantan dos. Personalmente deseo que se alargue la historia de tres de ellos, y uno de ellos podríamos decir que es un figurante. Un troll. Pero no sé por qué… Creo que puede tener un peso importante en la historia.

Por otra parte, el enemigo cambia un poco. Ya no solo son los muertos-caminantes. Ahora habrá más razas que intentarán sumir todo en las tinieblas.

Como pasaba en el otro libro y comenté en su momento, el héroe de otra raza también hace su particular cruzada, contra los mismos enemigos que los humanos pero por motivos distinto. Una cosa está clara, el fin es el mismo. ¿Llegarán a encontrarse los dos héroes? Bueno, es algo que el lector debe averiguar por sí mismo. Pero avanzo que uno de los quizás futuros personajes estará muy relacionado con él.

Si hay algo que me ha llamado la atención en cuanto a la comparación de los dos héroes es el ánimo. En el primer libro, ambos estaban más o menos con unos ideales claros, con una meta. A pesar que la meta sigue ahí, uno de los dos está flaqueando, está perdiéndose, mientras que el otro evoluciona. A uno la condición de héroe le está desgastando, a otro le hace más fuerte. Esto me impresionó porque desde el primer libro parecía que iban a ir parejos, aunque no ha sido así. Pero también se dan escenas que invitan en pensar que todo puede volver a ser como antes. Y, como no puede ser de otra manera, también hay elementos en la propia novela que indican que no todo va a salir bien, no siempre la luz gana a la oscuridad, y menos cuando corren tiempos de oscuridad. Para ganar hay que hacer sacrificios.

La historia que de amor que se desarrolla en la primera novela, aunque eso de que se «desarrolla» quizás sea algo excesivo, si coge forma en esta. Quizás no cómo más me hubiese gustado, pero he de admitir que le viene ni que pintado. El final de la historia de amor es algo bastante curioso. ¿Por qué lo digo? Porque los trolls y los vampiros están relacionados con el final (no vampiros como los de Crepúsculo, ni siquiera como los de Stoker). Y luego hay un par de historias más sentimentales por debajo, algo así como el cariño de un padre por su hijo, muy bonitas y muy bien elegidas para las situaciones dadas.

En esta entrega se hace un especial hincapié en el valor de la amistad, la heroicidad y del compañerismo. En numerosas escenas se puede ver esto. Algo tan necesario y tan olvidado. Por supuesto, el amor también estará presente -como se ha dicho antes-, pero también lo hará la ira, la maldad…Una amalgama de temas en los que el lector puede decidir a quien prefiere, a los malos o a los buenos.

También se puede volver a ver esa parte de crítica social al ser humano sobre lo destructivo que representa para las demás especies. Frases como «si el hombre tuviera el respeto y el equilibrio que el resto de los hijos de la naturaleza demuestran […], la palabra guerra sería cosa de leyenda» dan que pensar. Debido a los valores y la crítica que se puede observar en estas páginas, es un libro muy recomendado para los jóvenes, pero que a los más mayores o acostumbrados a otro tipo de lecturas también les gustará. A pesar de lo que pueda parecer por la portada, no es un libro infantil, o al menos que la tendencia haya cambiado y en las novelas de los pequeños se «clavan picos en la cabeza».

Como ya dijese en la primera novela, la forma de escribir que tiene este autor me gusta, me gusta y mucho. Es fácil, rápida y fluida, pero no por ello simple, capaz de hacer sentir al lector las sensaciones que están teniendo los personajes y, sobre todo, de hacer que no se separe de sus páginas. Para hacer hincapié en esto diré que el libro lo leí en tres sesiones: desde la página 1 a la 43, de la 44 a la 109, y de la 110 al final. Y las dos primeras sesiones fueron cortadas por motivos académicos. En su momento dije que realizada una «escritura funcional» y me reafirmo; funcional pero en absoluto fea. En esta parte ha medito un par de detalles nuevos: un nuevo idioma, que espero y deseo que se use en la siguiente entrega, y fragmentos de lo que puede ser como varios libros posteriores a lo que sucede en la historia, pero que la introducen. Me explico: en los fragmentos estos, que no son en todos los temas, recogen los puntos de vista, las creencias u opiniones sobre la historia que se contará en el tema, pero parece que hayan pasado numerosos años de esto. Es más, a veces me da la sensación que el narrador es alguno de los protagonistas que está contando lo sucedido después de mucho tiempo, pero que sabe todo de todas las partes, incluso a veces los pensamientos. Es una sensación que me da; esto es simplemente un aporte a la reseña como lector que soy.

Y también hay un nuevo mapita a color muy útil sobre el territorio donde está la acción, todo sea dicho de paso.

«Nadie respondió, un coro de voces no lo vitoreó, pero Zagasi vio en los ojos de sus hombres orgullo y lealtad. La valentía y la verdadera heroicidad no era de aquellos que libraban guerras para sí, sino de los que peleaban en ellas por y para el beneficio del bien. No hubo sonoras aclamaciones, mas en la mirada de esos soldados se reflejaba la admiración, y no solo para Zagasi, sino entre todos ellos.

-Estoy orgulloso de todos vosotros-admitió al cabo de un rato.«

Cosas malas. Una de ellas es que me ha durado muy poco; malo para mí, bueno para la historia; dice mucho sobre la calidad del escrito. Al igual que me pasase con la otra parte, me hubiese gustado que se desarrollasen algunas partes un poco más, que explicase el porqué de determinados aspectos de los acontecimientos de la historia. Como en la anterior parte, se habla muy mal de los humanos, y estos de otras razas, pero sobre todo parece que los primeros son un «cáncer». No está lejos de ser la realidad, pero aún así he echado de menos un «paladín» antiguo que intentase revertir eso, aunque ahora esté su nombre casi olvidado, aunque suene un poco a tópico. También podría decirse que eché de menos un poco más de historia sobre el amuleto. Pero como el lector puede ver, son todo cosas de la historia a las que yo les pongo un «pero» como lector. Desde el punto de vista objetivo, no puedo decir nada malo de la narración. Y de la edición decir que personalmente hubiese preferido para los pensamientos poner la narración en cursiva y con las comillas o las dobles fechas pequeñas.

Personalmente hubiese preferido que el libro hubiese sido más largo, pero sólo el autor sabe dónde tiene que partir la historia para que todo encaje. Realmente, la forma que J. C. Surt la ha cortado me recuerda mucho a la utilizada por Christopher Paolini con Eragon, o a los productores cinematográficos con la adaptación de El Hobbit, entre otros. Y ojo, no digo que sea malo; simplemente me recuerda a eso. En la primera parte, se muestra a todos los participantes, qué quieren y cuales son los mayores enemigos, y a lo lejos viene una guerra. En la segunda parte, se muestran los pasos que siguen los protagonistas para impedir o decantar la guerra a su favor, con más o menos suerte. Y en la tercera, generalmente es donde todos llegan a la guerra, aunque como para la tercera parte de El Fin de la Quinta Época le queda aun bastante puede que aventurarme a decir eso sea demasiado.

Como conclusión, muy buena segunda parte, creo que ligeramente superior a la primera, y que queda muchos cabos sin atar para la tercera y, por desgracia, última entrega. Un libro lleno de fantasía, honor, bravura, oscuridad y amistad. Un libro para lectores ya juveniles que gracias a su reducido tamaño -en comparación con otros- hará las delicias de los que les gusta la fantasía, pero que se agobian cuando hay muchas páginas. Un autor con el que quitar de un plumazo el recelo a los autores noveles españoles.