Una obra maestra de la estrategia militar encontrada no hace muchos años.

Es un libro corto, escrito por Sun Tzu (literalmente significa «Maestro Sun», su nombre era Sun Wu, y el nombre de cortesía, Changqing), estratega militar y filósofo, sobre tablillas de bambú en el último tercio del siglo IV a.C y encontrado en 1973; a día de hoy sigue siendo estudiado por los militares que han dirigido algún ejército, y está considerado, como ya he dicho, una obra maestra de estrategia militar. Su influencia sigue activa hoy en día.

Sun Tzu habla de cómo hacer la guerra y cómo ganarla. Recoge las características que necesita un general para asegurarse la victoria, aquellas que hacen que pierda la batalla, cómo deben de ser las tropas, el equipamiento, la disposición en el terreno,  como motivar a los soldados, como dar los castigos y las recompensas, como anular al enemigo …

El libro gira sobre unas cuantas ideas principales, de las que se derivan en todas las demás: hay que anular totalmente al enemigo –pero si se es capaz de hacer que los soldados enemigos acaben en nuestras filas, mejor-, que los Maestros del Arte de la Guerra ganan la guerra sin batallar,  que la guerra se basa en el engaño, en la superioridad intelectual y  en la táctica, que el general debe de ser alguien muy competente y que esté atento a todos los factores que puedan hacer que el curso de la batalla cambie. Hay una frase en el relato que engloba a todo: “la excelencia suprema consiste en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar.”

Sun Tzu presenta la guerra no como la cuentan en los libros de historia o las películas: dos bandos o más, con una batalla campal o con la táctica de guerrillas. Este Maestro de la Guerra habla de todos los preparativos y de todas las cosas que hay que tener en cuenta antes, durante y después de la guerra. Cuando se lee este tratado militar, uno se da cuenta de lo poderoso o grande que fue este militar.

Tzu ha intentado explicar todo de la manera más clara posible pero a veces entra en un círculo concéntrico de ideas que hacen que el lector se pierda un poco. También hay razonamientos un tanto complejos. A pesar de esto, es una lectura bastante fácil y realmente a mí me enganchó la manera de ver la guerra de este hombre.

Las descripciones apenas existen. Solo en el tema del terreno, Tzu explica qué terrenos son mejores o peores para batallas y por qué. Realmente, las descripciones son sobre todo del carácter que debe o no tener el general y el ejército.

«El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca el enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.»

Al ser un libro tan pequeño, no hay mucho que reseñar. Solo decir que mientras lo leía, casi todo el rato me asaltaba la frase de «esto se aplica a la vida real”. Muchas de las cosas que dice, como por ejemplo no aguantar una batalla mucho tiempo, dividir al enemigo, tener cuidado si el enemigo te “regala” algo –por ejemplo, yéndose y dejando las provisiones durante la guerra; suele significar que están envenenadas-, etc, me recuerdan a situaciones que se viven a la hora de administrar y dirigir empresas, así como a la hora de hacer negociaciones duras. Por lo que he investigado, actualmente hay planes y programas dirigidos a empresarios de multinacionales con las enseñanzas de Sun Tzu.

Este libro lo recomiendo a todo amante de la estrategia militar. También a empresarios que tengan algún problema y que no vean la solución; posiblemente este libro ayude a encontrarla.