Una novela de fantasía con una trama muy original e impredecible.

Adelle Legrand es una joven de dieciséis años con un carácter fuerte e inconformista, aborrece las normas sociales de la época en la que ha nacido y lucha para dirigir su vida según sus convicciones. Su madre murió al nacer ella y su padre se suicidó pocos años después por no poder superarlo. Desde ese momento Adelle va a vivir con su padrino Louis Morel y el hijo de este, Guy, a una villa francesa, dónde será querida y protegida. Allí la educan como una señorita, pero ella se revela desde bien pronto a las normas sociales de la época que dictan como debe comportarse, quiere tener la misma educación que Guy, por lo que aprende a montar a caballo, esgrima y más habilidades reservadas solo a los hombres. Aunque su padrino le consiente todo aquello, comienza a buscarle un buen esposo, pero Adelle no quiere a ninguno de aquellos hombres porque en su corazón sólo hay sitio para uno, el que ha estado siempre a su lado, el que le ha enseñado casi todo lo que sabe y con el que sabe que nunca podrá llegar a tener nada.

Hasta aquí la historia de Adelle y su familia es interesante, pero ¿dónde está la fantasía?

Pues bien, tras huir de la casa por descubrir que Guy debe casarse con otra mujer, descubre en el jardín un portal mágico que atraviesa y se encuentra en un bosque extraño, allí encuentra un niño malherido huyendo de unas bestias, ella intenta proteger al niño y poco después un joven la salva usando magia de fuego, de los seres reptilianos (o más bien se salvan mutuamente).
El joven la lleva a una ciudad de cristal que ella no había visto jamás. Allí le informan de que es la Elegida de este mundo y que una profecía vaticinaba que ella sería la única que podría encontrar las 4 gemas mágicas para revivir a la Reina Blanca y poder acabar con el mal que habita ese mundo: los Aldrieds (que se alimentan de las almas de las personas).
Estos, gobernados por los Príncipes Oscuros, quieren a su vez despertar a la Reina Negra. Adelle no puede negarse a ayudarlos pues la vida de miles de personas penden de ella, por lo que acepta la misión y emprende un viaje junto a sus cuatro compañeros que la ayudaran a encontrar las gemas y la protegerán de todo mal.

Aquí empieza la verdadera aventura donde los cinco se conocerán y compartirán momentos únicos que los unirán. Pero por el camino Adelle tendrá que descubrir si todos los «magos oscuros» son malos y si todos los «magos blancos» son buenos.

Los personajes principales tienen unas personalidades muy distintas y marcadas que van evolucionando a lo largo de la historia. Adelle es fuerte, valiente y a la vez dulce y amable, provoca admiración, cariño y respeto en aquellos que la conocen. Nolan es el mago del viento y príncipe del reino del Norte, tiene una personalidad sosegada y enigmática, parece poseer un corazón de hielo, pero Adele consigue llegar a su interior. Maiwen es la maga del agua, también es una joven valiente y fuerte con un pasado complicado, a lo largo de la historia se convierte en la mejor amiga de Adelle. Aithfrid es el mago de la tierra, es todavía un niño ingenuo y adorable, que despierta en Adelle un gran instinto de protección. Youri es el mago del fuego, su fuerte carácter choca con el de Adelle y se pasan los días molestándose e «insultándose», tienen una relación complicada, pero ambos darían la vida por el otro. Personalmente he de decir que la escena que más me ha emocionado (incluso llegando a llorar) era una en la que salían Adelle y Youri… y hasta ahí puedo contar, si queréis saber de qué momento hablo ya sabéis que tenéis que hacer.