Esta reseña que hoy os presento es un fascinante relato de ciencia ficción lleno de realismo, tanto es así que en ocasiones llegas a preguntarte… ¿Realmente es ficticio?

La historia comienza con Hope, una nave espacial encargada de llevar a Dream (un pequeño robot) a Europa, una de las múltiples lunas de Júpiter para la recogida de muestras en su superficie, ya que se supone que debajo de la capa de hielo que cubre ésta podría haber vida microscópica.

Una vez cumplida esta ambiciosa misión, la NASA decide mantener en secreto cualquier relación con este proyecto hasta ver que muestran los análisis de las muestras sustraídas de Europa.

Pero cuando todo estaba preparado para difundir la información al mundo, unas extrañas y repentinas muertes de miembros del equipo pone todo “patas arriba”. Los investigadores están desbordados ya que no son capaces de averiguar qué está pasando. En un principio se sospecha que estos fallecimientos son algo casual sin aparente relación pero cuando llegan noticias de Brasil, Reino Unido, Japón y poco a poco de todas partes del mundo de las mismas extrañas muertes se empieza a sospechar que todo guarda relación con el Proyecto Dream.

Los líderes mundiales empiezan a tomar medidas, opacidad informativa, cierre de frontera… La humanidad está tensa, inquieta, se siente impotente, se rebela inútilmente llevándolo a extremos de desobediencia y altercados de toda índole, pues parece ser que el enemigo es imbatible.

Todos estos acontecimientos están narrados por el autor a través de noticias de periódicos, cadenas de radio y blogs de información. Se podría decir que no hay protagonista principal. Todo gira entorno a una consecuencia; son los hechos los que toman el control de la historia.