Las descripciones de sus personajes y escenarios son un poco precarias, pero, son hechos que llegas a obviar, ya que el libro te absorbe por completo.

«Ahora me encuentro solo en la playa. Como siempre, me he sentado en las rocas que presiden majestuosas toda esta inmensidad. Estoy solo frente al mar. Vengo todas las noches a la misma hora para meditar y pensar qué voy a hacer con mi vida. Nunca tengo pensamientos muy positivos y optimistas. No obstante, aunque estoy solo, puedo sobrevivir. Poco a poco […].»

Me gustaría poder revelaros un poco más acerca de cada uno de los relatos, pero me arriesgo a estropear parte de su encanto. Así pues dejaré que lo descubráis por vosotros mismos.

Es una verdadera maravilla como este autor ha sabido capturarme desde la primera página. No he sido capaz de parar de leer hasta casi al final del libro.

Mi relato favorito es el Esperanza y lo hombres. Este me cautivó su inicio pero lo que de verdad me sorprendió fue su final.

Gabriel Neila, con su escritura ágil, natural y sencilla, ha sido capaz de engancharme de principio a fin.

Dado que es cortito y que se compone de relatos, no puedo hablar mucho más de él. Se lo recomiendo a los fans de los relatos cortos, pero lleno de pequeñas historias que te trasladan a otro universo paralelo.