Primera novela de una saga que nos transportará a un mundo mágico de fantasía y aventuras.

Aldin siempre se ha sentido diferente a los demás, no por ser de una raza diferente, si no porque algo dentro de ella le clama que ese no es su sitio. Es cierto que huyeron de su hogar y se refugiaron en esa preciosa aldea élfica, pero esa sensación es más profunda, viene desde dentro de su ser y a veces es muy difícil ignorarla.

Intenta pasar desapercibida pero es un tanto complicado, ya tiene quince años y la ausencia de sus poderes cada vez se hace más notable para sus compañeros. En concreto para Aelhia, la hija del señor de la villa, ésta empieza a sospechar que algo no funciona con Aldin y decide tomar cartas en el asunto. Mantienen un enfrentamiento del cual Aelhia intenta ridiculizarla y la pone en evidencia.

Pero no hay mal que por bien no venga, porque cuando los padres de Aldin se enteran de ese pequeño enfrentamiento, deciden que ya es hora de hablar con ella y contarle ciertos acontecimientos que es necesario que sepa.

Esta charla hace que la vida de Aldin de un giro de 360º. ¿Cómo es posible que todo cuanto ella conoce no exista? ¿Cómo puede ser que quince años de vida, se esfumen así sin más? Sólo han sido unas pocas palabras, ha sido la autentica verdad, aplastante, desconcertante e incluso hiriente, pero aún así la verdad.

Con esta verdad y un trágico accidente, Aldin decide que ya es hora de tomar las riendas de su vida y cumplir con el destino que se le tiene escrito desde que nació.

Ella junto con sus buenos amigos emprenden una maravillosa y temible aventura que les adentrará en un mundo aún más mágico y peligroso del que ellos ya conocían.

La historia es extremadamente entretenida. Al principio puede parecer por su sinopsis una novela típica de fantasía juvenil, pero nada más alejado de la realidad, y dejo que el lector descubra porqué es diferente.

Esta historia está plagada de acción e increíbles sorpresas, más de las que cabría esperar para una primera parte, y si algo hace que se vivan los escenarios y personajes de forma nítida y real son sus descripciones claras y muy precisas, como el bisturí de un cirujano.

En cuanto a las descripciones psicológicas, los personajes están bien delimitados, notándose una evolución en ellos, pero en mi opinión no se prolonga mucho debido al tamaño del libro. Debido a esto último tampoco se profundiza en exceso en los personajes, algo que alargaría el libro.

«El calor hacía que la columna se derritiera lentamente, mientras la luna, de color rojo sangre, lloraba en el cielo sobre su cabeza. Sin embargo, en cuanto las lágrimas tocaban su piel, se convertían en rocas puntiagudas que la herían en los brazos, el cuello y la cara.»

Su escritura es ágil y sencilla, notándose que la autora domina a la perfección el género. Ha construido una novela que es capaz de engancharte a la historia gracias a capítulos cortos, con personajes variopintos, dosificando el misterio en cada uno de ellos, haciendo así que no seas capaz de soltar el libro. Además, mediante un narrador omnisciente no solo se conoce la historia de la protagonista, sino que también el resto de personajes tienen su importancia. La única dificultad añadida es entender los nombres de los reinos y personajes, pero en dos capítulos te los tienes más que aprendidos.

Me gusta mucho en sí la historia al completo, y estoy deseando que llegue el momento de la segunda parte para poder continuar disfrutando con ella.

Además el único posible «mal sabor de boca» que ha podido quedarme es no haber podido simpatizar con los personajes como con la historia tanto como me hubiese gustado, algo que seguro que se puede superar con las siguientes continuaciones.

Como conclusión, una novela ágil y entretenida, que mantendrá al lector atrapado entre sus páginas. Libro recomendado para seguidores de la acción, magia y fantasía.