Aquí tenemos uno de esos mangas de nicho que han logrado ganar una base fiel de seguidores tanto fuera como dentro de Japón: Grappler Baki, el primero de una colección de cinco mangas escrito por Keisuke Itagaki en 1991, cuyo quinto manga sigue siendo publicado en estos momentos. El manga recibió dos adaptaciones a anime a inicios de los 2000 y otras dos más recientes en 2018 y 2020 por parte de Netflix, a la que se suma una tercera que saldrá en 2021. Los mangas principales también cuentan con una serie de “mini-mangas”, que se centran en los personajes secundarios.

La trama gira en torno a Baki Hanma y su misión de derrotar a su padre, Yuujiro Hanma, la criatura más fuerte del planeta. Y cuando digo fuerte, me refiero a muy fuerte, capaz de parar terremotos solo golpeando el suelo o de saltar desde rascacielos y sobrevivir gracias a la fuerza de sus cuádriceps. Este es uno de los puntos fuertes de la obra, si bien en la vida real es físicamente imposible hacer hazañas semejante, el autor sabe mezclar un estilo de combate fantasioso con las artes marciales reales. Si bien todos los estilos utilizados son reales, muchas de las habilidades empleadas por estos no son más que la teórica puesta en práctica. Esto es gracias a la formación que el mismo autor recibió en su juventud, ya que él sirvió en las fuerzas militares japonesas, donde aprendió boxeo y Shorinji Kempo (un arte marcial derivado del Kung Fu utilizado por los monjes Shaolin). Todo este conocimiento, acompañado por un exquisito dibujo hace que la lectura del manga sea de lo más amena e interesante, poniéndonos al borde de la silla con cada página que pasa. 

Eso sí, hablamos de un manga que salió hace 30 años y se nota con solo verlo. El diseño de los personajes nos da a entender que tenemos un clásico entre nosotros. Es verdad que conforme han ido pasando los años el estilo de dibujo ha ido cambiando y adaptándose al publico y estilo actual, y ha ido cogiendo un estilo bizarro casi característico en la saga, pero este primer manga tiene ese toque clásico que no solo es muy bueno por sí mismo, sino también le da un toque más “realista” a las escenas.  Ahora bien, en las escenas de transición y que son más de diálogo que de acción, la calidad baja un poco, pero termina dándole ese toque «cutre» que resulta gracioso en los mangas, los cuales ayudan a descargar la tensión que se van acumulando durante las peleas..

La obra cuenta con un repertorio amplio de personajes, que aunque no le quitan el protagonismo a Baki, aportan su granito de arena al desarrollo del manga y pasan a ser personajes recurrentes e incluso muy importantes. Son personajes que empiezas odiando, todos tienen el ego por las nubes ya que no suelen experimentar la derrota o llevan años siendo los mejores en su campo. No obstante, conforme conoces más sobre sus motivaciones y el por qué de sus actos, les coges cariño hasta un punto de alegrarte cuando aparecen. Ellos no son solo amigos de nuestro protagonista, también son maestros y guías. Baki no deja de tener 13-16 años en el transcurso de este primer manga, aun es un joven inexperimentado con una genética y una determinación de acero. Si nos fijamos en los demás, todos son hombres -si, no hay ninguna mujer guerrera – con muchos años de perfección a sus espaldas, que han llevado sus habilidades a extremos inimaginables. 

Contando con estos maestros de sus campos, el autor aprovecha para enseñarnos la teoría sobre “X” arte marcial que sale en ese momento. Durante las peleas, nos explican el origen de los diferentes estilos que los combatientes emplean, o de cómo es posible lograr tal efecto con una habilidad. Podríamos decir que en parte es también un manga didáctico, el autor sabe mucho y quiere compartir todo ese conocimiento con los lectores, logrando incluso que nos planteemos empezar a practicar dicho arte o por lo menos investigar más en profundidad.

Seguramente uno de los puntos negativos que tiene la obra, y en especial su autor, es el sentido patriótico por Japón. A lo largo del manga conocemos gente procedente de diversos lugares del mundo, cada uno con su forma de ser y estilo característico. Conforme la obra avanza, nos podemos dar cuenta que todos aquellos que no son de procedencia japonesa acaban siendo o humillados o debilitados a niveles extremos. En este primer manga no son del todo visibles estas acciones, por lo que a lo mejor puede pasar desapercibido, pero prestando atención nos podemos dar cuenta de esto. Siempre los luchadores japoneses serán superiores a los extranjeros.

La traducción al español es de una calidad media-alta. Hay que dejar claro que no está licenciado el manga en España, por lo que su traducción es por parte de un fansub. Es normal que muchas palabras o diálogos enteros sean distintos a los del Japonés o del Inglés, ya que cada idioma tiene sus peculiaridades, dichos o formas de hablar, pero en general respeta la idea principal y el mensaje que se quiere transmitir. Solo digo que a los traductores les gusta un famoso youtuber español, y aprovecharon este manga para hacerle una referencia.

Resumiendo, tenemos ante nosotros un clásico en los mangas de artes marciales que aun teniendo sus cosas buenas y malas, vale la pena leer y disfrutar. Si os sentís cabizbajos o no tenéis la motivación necesaria para realizar algo o incluso para entrenar, este manga os dará ese chute de adrenalina que os activará.